Intentan matar al líder indígena Feliciano Valencia



|Por: Juan Camilo Caicedo Moya|

A pocos días de haber sido trasladado de la cárcel de San Isidro, en Popayán, al Centro de Armonización Indígena Gualanday en Santander de Quilichao, en donde este reconocido líder indígena cumple la pena interpuesta por la justicia ordinaria de 16 años de prisión, de manera injusta, por una acusación de secuestro a un soldado que nunca sucedió, Feliciano Valencia en la noche del pasado lunes 17 de noviembre de 2015 fue objeto de un atentado por parte de cuatro hombres, quienes con armas largas de fuego intentaron ingresar al Centro de Armonización, disparando en seis ocasiones. Gracias a la oportuna reacción de la Guardia Indígena se pudo neutralizar el ataque hacia Feliciano. Sin embargo, los cuatro sicarios lograron escapar.

A esta hora la Guardia Indígena redobla la seguridad en el Centro de Armonización, como en Santander de Quilichao, para dar con el paradero de los presuntos sicarios.

Debido al atentando, las visitas al Centro de Armonización fueron suspendidas, y aumentaron los controles para el ingreso a este Centro de Armonización.

Este atentado del cual fue víctima Feliciano Valencia podría obedecer a la lucha que el movimiento indígena ha tenido a lo largo de los años contra los grupos paramilitares que han usurpado y despojado de sus territorios ancestrales a las comunidades indígenas, como también a las recientes denuncias del movimiento indígena contra los nuevos dueños de los predios que eran de ellos, los cuales fueron robados y controlados por los paramilitares, que hoy en día han pasado a manos de multinacionales, terratenientes y reconocidos dirigentes políticos.

Durante la reclusión de Feliciano en la cárcel de San Isidro en Popayán, este líder indígena también fue objeto de amenazas de muerte. Para nadie es un secreto el descontento que tienen los políticos y los terratenientes del Cauca con el movimiento indígena y con Feliciano, debido que tanto la Guardia Indígena como Feliciano han impedido que las multinacionales, los terratenientes y los políticos sigan con el acecho y el dominio de las tierras que nunca les han pertenecido y que han sido adquiridas de manera fraudulenta e ilegal, y que con el proyecto de ley ZIDRES, el Congreso de la República pretende legalizar.

Recordemos que la detención del líder indígena Feliciano Valencia en la cárcel San Isidro de Popayán duró un mes y 21 días, y que su traslado al Centro de Armonización Indígena de Gualanday, en Santander de Quilichao, se dio el viernes 6 de noviembre en las horas de la mañana bajo estrictas medidas de seguridad.

Se espera que para el 22 de noviembre la minga indígena parta hacia la capital de la República para respaldar a Feliciano tras la privación injusta de su libertad, y para exigir su libertad inmediata, puesto que la decisión de la justicia ordinaria atenta contra los derechos autonómicos indígenas y contra la justicia indígena.

@JUANCAELBROKY

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